La Escoliosis: la curvatura de espalda de origen desconocido que afecta a 1,46 millones de españoles

La Escoliosis: la curvatura de espalda de origen desconocido que afecta a 1,46 millones de españoles

Escoliosis curvatura espaldaEscoliosis curvatura espalda
25 de junio de 2024
Hospital Quirónsalud Barcelona
Traumatología y Cirugía Ortopédica

La escoliosis es una curvatura lateral de la columna que repercute en la morfología del tronco. Es visible por el desvío lateral de la columna y/o de la protusión (giba) en la espalda causada por la torsión de la columna (en forma de "S"). Puede tener un origen congénito o inicio precoz y aparecer antes de los 10 años o en la edad adulta (escoliosis degenerativa), pero mayoritariamente suele desarrollarse en el periodo de crecimiento del niño o la niña. En todos los grupos de edad, afecta principalmente al sexo femenino. Su causa puede ser una enfermedad neurológica o neuromuscular, o una malformación congénita. No obstante, en un número elevado de los casos, no tiene causa conocida.

Tal y como nos explica el Dr. Pellisé, fundador y director del Barcelona Spine Institute "se sabe que hay algunos factores genéticos que pueden influir, pero tampoco se trata de una alteración completamente hereditaria". Precisamente se denomina escoliosis idiopática porque la causa es desconocida.


El ángulo de medida de la escoliosis

El ángulo de Cobb es la referencia para medir la escoliosis: indica los grados que presenta la curva de la columna. Este parámetro es el que incide en la mayoría de las decisiones médicas, que dependen siempre del momento de crecimiento en el que se encuentra el paciente. Durante la transición a la pubertad, y al pegar el estirón, es cuando las curvas escolióticas tienden a progresar más, por lo que es necesario realizar controles más estrictos.


Atención a los picos de crecimiento

La aparición de los cambios corporales, y especialmente la primera regla en las niñas, marcan momentos clave en el desarrollo. Tras la aparición de la primera regla, quedan unos 18-24 meses de crecimiento. Además de estos aspectos corporales tenemos otros marcadores radiológicos que nos indican la edad ósea y el potencial de crecimiento. La edad ósea se mide en radiografías de la mano izquierda. En la radiografía de la columna podemos ver además la progresión de la osificación de la pelvis, que cuando se ha completado, marca el fin del desarrollo. Una vez finalizado el crecimiento, lo más habitual es que la curva escoliótica permanezca estable y disminuya la necesidad de controles.


Cuándo se diagnostica

En la mayoría de los casos la escoliosis no produce ningún síntoma y es completamente indolora. Por ello lo más frecuente es que se diagnostique en los controles del pediatra cuando éste le pide al niño que se incline hacia delante, posición en la que puede identificar una curvatura incipiente de la columna. Para confirmar una posible escoliosis se realizará adicionalmente una radiografía para comprobar si hay una angulación entre las vértebras, mediante el cálculo del ángulo de Cobb.


El tratamiento de la escoliosis


El corsé: curvaturas entre 20 y 40º

Las curvas menores de 20º no requieren tratamiento específico y se recomienda principalmente solo su observación porque las curvas pueden seguir avanzando en pacientes que no han completado el crecimiento. Si hay un aumento o la curva se encuentra entre 20º y 40º, será necesario proceder con el tratamiento con corsé.

El corsé se prescribe solo cuando los niños tienen potencial de crecimiento, y es necesario un cumplimiento muy estricto para que sea exitoso. El propósito del tratamiento es prevenir que la curva crezca hasta los 45 a 50º, momento que habría que considerar la cirugía.


La cirugía: curvaturas a partir de 45/50º

El objetivo del tratamiento quirúrgico de la escoliosis idiopática históricamente ha sido prevenir su progresión. Se operaba principalmente a pacientes con curvas de más de 60º, pero poco a poco también se buscaba corrección. Los primeros tratamientos quirúrgicos se basaban en fijaciones de la columna vertebral con sistemas muy precarios: los pacientes debían permanecer en cama durante meses para evitar pérdidas de corrección.

En torno a los 90 comenzó el tratamiento moderno de la escoliosis idiopática. Las instrumentaciones de la columna vertebral mejoraron significativamente, especialmente gracias a la introducción de tornillos pediculares. Con esta técnica se lograron mejoras significativas y fijaciones en varias vértebras. Se logran instrumentaciones muy sólidas y, lo más importante, se evita el reposo prolongado después de la cirugía y el uso de corsés.

En palabras del Dr. Ferran Pellisé "con las instrumentaciones actuales por vía posterior, se logran resultados quirúrgicos excelentes: correcciones cercanas al 80%, con tasas de complicación muy bajas (menos del 5%) y riesgos menores de reintervención. Todo ello se traduce en una mejora significativa de la calidad de vida de los pacientes, así como de su autopercepción. A los seis meses de la intervención, los pacientes pueden reincorporarse a su vida normal (laboral y deportiva) sin restricciones.


Un factor clave: la individualización de la cirugía

El doctor Ferrán Pellisé y su equipo, publican periódicamente avances en la cirugía de la escoliosis y participan activamente en sociedades nacionales e internacionales que lideran el debate y la modernización del tratamiento de la escoliosis.

Las investigaciones más recientes, gracias al apoyo de la inteligencia artificial, son capaces de predecir el riesgo de complicaciones postoperatorias y de reintervención con una precisión inimaginable hace unos años.

De este modo, tal y como nos explica el Dr. Pellisé "planteamos un enfoque personalizado de la cirugía de la escoliosis y explicamos al paciente con claridad qué ganancia de calidad de vida puede esperar y qué posibles riesgos va a comportar su intervención".


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