Electrocardiograma: Prueba indispensable en cualquier estudio cardiológico.

  • Detecta gran cantidad de problemas que hagan aconsejable un estudio más profundo.
  • A pesar de ser la única exigida en los reconocimientos deportivos actuales, muchos problemas pueden pasar desapercibidos solo con su realización, por lo que es necesario combinarla con otras pruebas.

Ecocardiograma Doppler Color: prueba requerida para descartar enfermedades potencialmente causantes del Síndrome de Muerte Súbita del Deportista.

  • Se realiza un estudio funcional del corazón en movimiento y tiempo real (anatomía, fuerza, válvulas…)
  • Es capaz de descartar entre un 85% y un 90% de causas potencialmente responsable de la muerte súbita.

Espirometría: Estudio de la función pulmonar que mide la magnitud absoluta de las capacidades y los volúmenes pulmonares, así como la rapidez con que éstos pueden ser movilizados (flujos aéreos).

  • Se realiza en condiciones basales (simple) y de máxima capacidad (forzada).

Ergoespirometría: Integración de una prueba de esfuerzo convencional, capaz de descartar problemas coronarios, valorar arritmias con el ejercicio o comprobar el comportamiento de la tensión arterial con el mismo, con una espirometría durante el ejercicio (mediante una mascarilla acoplada al rostro del deportista) que además mide, mediante un analizador de gases, la cantidad exacta de oxígeno que está consumiendo nuestro organismo (VO2 max), así como la cantidad de dióxido de carbono que está produciendo.

  • El VO2 max es la determinación más adecuada para medir la capacidad para realizar ejercicio aeróbico: un consumo de oxígeno mayor es propio de deportistas bien entrenados.
  • El umbral aérobico y anaeróbico permite establecer la intensidad ideal de los entrenamientos aeróbicos y anaeróbicos, para optimizar el rendimiento, y recomendar ritmos de competición.
  • Es una foto puntual del momento temporal del deportista y los umbrales no son los mimos al inicio de la temporada que al final de la misma.
  • Recomendable para deportistas de élite entre 1 y 3 veces al año y para deportistas amateur al menos 1 vez cada 1-2 años, en función del nivel competitivo.
  • Cuando la ocasión lo precisa complementamos el estudio con una curva de lactato y elaboración del correspondiente mapa metabólico, de gran utilidad para la prescripción de ejercicio tanto en alto rendimiento como en los programas de rehabilitación metabólica.

Bioimpedanciometría: Utilizamos una bioimpedancia profesional de última generación que permite:

  • Cuantificar la composición corporal, discriminando el porcentaje de masa magra, masa grasa, agua corporal (intra y extracelular) o el ángulo de fase, entre otras cosas.

Pruebas complementarias: En casos precisos el estudio se puede ampliar con pruebas sencillas, como registros de 24-48 horas de arritmias (holter), holter deportivo de hasta 5 días de duración, o registro de 24 horas de tensión arterial (mapa) Cuando es preciso se puede ampliar el estudio con pruebas de imagen de alta tecnología, como cardioresonancia o TAC de arterias coronarias, o bien estudios invasivos como estudios electrofisiológicos o el estudio hemodinámico.