Quirónsalud
Blog de la Unidad de Cefaleas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
En general, todos los tejidos vascularizados tienen una red de vasos que se encarga de drenar el exceso de líquido intersticial y los residuos que no se han eliminado por la circulación sanguínea, el sistema linfático. Es esencial en el mantenimiento del equilibrio del medio intercelular (intersticial) y cuando este sistema falla, se puede producir el linfedema, entre otras alteraciones.
Tradicionalmente se consideraba que el cerebro carecía de sistema linfático (ya que en estudios de necropsia no se habían identificado dichas estructuras) y, en su lugar, los residuos intersticiales se drenaban por difusión a través del líquido cefalorraquídeo, que se encuentra en el interior y alrededor del cerebro. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que este sistema podría ser ineficiente, dado que la velocidad de depuración depende del tamaño de la partícula, la albúmina (55.5kD) podría necesitar hasta 109 horas para desplazarse 1cm. Además, se consideraba que los residuos proteicos, como el β-amiloide, eran eliminados a la circulación sanguínea exclusivamente por trasportadores específicos y el resto de residuos proteicos a través de procesos de autofagia (degradación y reciclaje celular).
Sin embargo, estudios recientes han demostrado la existencia de un sistema de depuración más eficiente, el sistema glinfático (debe su nombre a que cumple la función del sistema linfático, pero está tapizado por células gliales). En esta vía, el LCR fluye por el espacio perivascular hacia y desde el espacio intersticial, depurando a su paso sustancias tóxicas como el β-amiloide. Desde su descripción, cada vez más publicaciones lo proponen como una pieza más en el puzle de enfermedades como el Alzheimer, la hidrocefalia a presión normal y algunas cefaleas. En los siguientes párrafos se hará énfasis en las posibles relaciones con la migraña.
La descripción del sistema glinfático está cambiando el modelo sobre la forma en la se eliminan los residuos tóxicos del cerebro. Factores como el sueño, el ejercicio, la depresión y la ansiedad, además de alterar la eficiencia de este sistema, son también determinantes en la cronificación de la migraña. Esto sugiere que la acumulación de sustancias neurotóxicas es uno de los mecanismos detrás de la cronificación de las migrañas.
En conclusión, es recomendable que las personas con migraña tengan un sueño de calidad y con un horario regular, realicen ejercicio aeróbico (correr, bicicleta, elíptica, etc) durante 30 minutos al menos 3 veces por semana y, en caso de ansiedad o depresión, reciban un tratamiento adecuado, ya que de esta forma podrían incrementar la depuración cerebral de toxinas y reducir la frecuencia e intensidad de las migrañas.
Dr. Alex Jaimes Sánchez
Especialista del Servicio de Neurología
Unidad de Cefaleas
Fundación Jiménez Díaz
(c/ Quintana 11, 4ª planta)
La migraña es un tipo de dolor de cabeza. Un síndrome con muchas causas, lo que le hace muy escurridiza a la hora de determinar su origen y desarrollo a lo largo de la vida del afectado. Sabemos que están implicados muchos genes y diferentes vías nerviosas que implican diferentes neurotransmisores. Estos, son biomoléculas que permiten comunicarse a las neuronas y otras células del sistema nervioso como la glía, las células de estirpe hematológica (linfocitos, leucocitos, mastocitos, etc), y las que forman los vasos sanguíneos (endotelio, miocitos, etc), entre otras. La histamina es solo uno de estos neurotransmisores.
La histamina se investiga desde los años 20 del siglo pasado. Se encuentra en casi todo el organismo, concentrándose en pulmones, piel y tracto gastrointestinal. Además de neurotransmisor, está implicado en multitud de sistemas funcionales como el sueño, la inmunidad, la secreción gástrica, la contracción del músculo liso, vasodilatación, etc.
Numerosos estudios sugieren un papel importante de la histamina en la inflamación neurogénica que se produce alrededor de los vasos de las meninges en la migraña. Ésta facilitaría la comunicación entre los mastocitos y el famoso CGRP (de las siglas en inglés de péptido relacionado con el gen de la calcitonina), facilitando que el dolor se transmita con más facilidad a través del trigémino, con las consecuencias de dolor de cabeza que conocemos.
De esta asociación entre migraña e histamina surge la teoría de la enzima DAO (diamino oxidasa).
Esta enzima se encarga de metabolizar la histamina y por tanto de inutilizarla. La hipótesis es que si esta enzima está baja o no funciona a pleno rendimiento (ya que existen varios subtipos o polimorfismos), la histamina que tenemos en el cuerpo o la ingerida con los alimentos será más elevada. El silogismo es obvio: si la histamina produce cefalea y la DAO elimina la histamina, entonces la DAO baja produce la cefalea. La ciencia no funciona así. Hay que demostrar las hipótesis directamente, es decir, hay que demostrar que los niveles bajos de DAO o su mal funcionamiento se relacionan con migraña (relación directa, no indirecta). Hay un estudio del 2018 (1) que mide los niveles de DAO en sujetos diagnosticados de migraña (137 de 198 voluntarios) para demostrar que los pacientes con migraña los tienen más bajos frente a sujetos sin migraña (61 de los 198). Encontraron niveles de DAO significativamente inferiores en sangre en el 87% los pacientes migrañosos, pero el 44% de los no migrañosos también los tenían bajos. Otro estudio del 2019 (2) compara dos grupos con migraña episódica y déficit de DAO con o sin suplementos de esta enzima para ver si mejora el grupo que recibe la enzima. Son 100 pacientes, el estudio solo dura un mes (en general se requiere un mínimo de 3 meses para validar cualquier estudio comparado con placebo por los cambios que suelen producirse de un mes a otro). El estudio solo demostró que mejoraba la intensidad de las migrañas (no hay que olvidar que la medición de la intensidad del dolor es muy subjetiva), a diferencia de la duración y la frecuencia de las cefaleas, que no mejoraron más que el placebo. Recientemente se ha publicado un estudio (3) sobre varios tipos de DAO (polimorfismos), niveles de histamina y DAO en pacientes con (99) y sin migraña (115), no encontrándose diferencias significativas entre las diferentes variantes de DAO en las dos poblaciones, y viendo que los niveles de DAO estaban elevados en pacientes migrañosos mientras que los de histamina eran los mismos.
En el sistema nerviosos central, las neuronas histaminérgicas se localizan en el hipotálamo posterior y desde allí alcanzan numerosas áreas del cerebro. Existen cuatro tipos de receptores de Histamina. Esto es muy importante porque según el tipo de receptor al que se une la histamina produce un efecto muy diferente. En resumen, podemos afirmar que bloquear los receptores 1 y 2, usados habitualmente para tratar alergias o problemas de acidez gástrica, no es eficaz en el tratamiento de la migraña. Los otros dos receptores (recientemente descubiertos), tienen 3 veces más afinidad por la histamina y se encuentran exclusivamente en el sistema inmunitario y el sistema nervioso central. El receptor tipo 3 paradójicamente actúa como autorreceptor bajando los niveles de histamina y otros neurotransmisores. Se ha visto incluso que dosis bajas de histamina o N-metilhistamina podrían servir de tratamiento preventivo de la migraña. Por lo tanto, no siempre la histamina produce cefalea. Investigando, se va descubriendo que su relación es mucho más complicada.
No hay evidencia de que los suplementos de DAO mejoren la migraña. Los estudios son de baja calidad y lo que sabemos hasta la fecha no relaciona la migraña con su déficit. Ya hemos visto que incluso se puede encontrar elevada (3). La ciencia está en continuo cambio, pero a día de hoy, no se puede aconsejar suplemento dietético a aquellos que tienen la DAO baja para mejorar la migraña. Los neurólogos seríamos los primeros en recetarlo si existiera un mínimo de evidencia. De momento, es solo un producto de la charlatanería que abunda fuera de la ciencia. La desinformación de las redes en la actualidad es un terreno abonado para este tipo de tratamientos. Es nuestra obligación como colegiados y autorizados en velar por la salud de los pacientes, revelar aquellos tratamientos que funcionan y los que no.
Bibliografía:
1.Joan Izquierdo-Casas12, Oriol Comas-Basté3, M Luz Latorre-Moratalla3, Marian Lorente-Gascón2, Adriana Duelo4, M Carmen Vidal-Carou5, Luis Soler-Singla12 Low serum diamine oxidase (DAO) activity levels in patients with migraine J Physiol Biochem 2018 Feb;74(1):93-99.
2.Joan Izquierdo-Casas1, Oriol Comas-Basté2, M Luz Latorre-Moratalla2, Marian Lorente-Gascón3, Adriana Duelo4, Luis Soler-Singla1, M Carmen Vidal-Carou5 Diamine oxidase (DAO) supplement reduces headache in episodic migraine patients with DAO deficiency: A randomized double-blind trial Clin Nutr 2019 Feb;38(1):152-158.
3.Elena García-Martín1, Santiago Navarro-Muñoz2, Gemma Amo1, Christopher Rodriguez1, Mercedes Serrador3, Hortensia Alonso-Navarro4, Marisol Calleja4, Laura Turpín-Fenoll2, Marta Recio-Bermejo2, Rafael García-Ruiz2, Jorge Millán-Pascual2, Francisco Navacerrada4, José Francisco Plaza-Nieto4, Esteban García-Albea5, José A G Agúndez1, Félix Javier Jiménez-JiménezIncreased serum diamine oxidase activity in nonallergic patients with migraine. Eur J Clin Invest. 2022 Jun;52(6):e13757.
Las fluctuaciones hormonales relacionadas con las diferentes etapas de la vida de la mujer tienen un impacto importante en la migraña. Se ha demostrado que la caída brusca en los niveles de estrógenos tras haber estado elevados es el desencadenante de las crisis durante la menstruación. De igual manera, el empeoramiento experimentado por algunas mujeres durante la perimenopausia está relacionado con la oscilación hormonal propia de esta etapa. Por otra parte, la estabilidad hormonal durante el embarazo y después de la menopausia suelen relacionarse con una disminución en la frecuencia de las crisis de migraña.
Menstruación
Antes de la adolescencia, la migraña es igual de prevalente en hombres y mujeres, pero tras la pubertad la frecuencia se multiplica por tres en las mujeres (especialmente la migraña sin aura). Las crisis de migraña suelen desencadenarse durante los días -2 a +2 de la regla, ya sea esta producida durante el ciclo menstrual normal o por la discontinuación de un tratamiento hormonal (ejemplo: anticonceptivos que contienen estrógenos).
Anticonceptivos
En mujeres con migraña con aura se recomienda usar anticonceptivos que contengan exclusivamente progestágenos (pastillas, implante subdérmico, inyección de depósito, DIU). Los anticonceptivos que incluyan estrógenos, además de desencadenar más crisis de migraña, aumentan el riesgo de ictus isquémico, especialmente en personas fumadoras.
En mujeres con migraña sin aura, los anticonceptivos con estrógenos también suelen aumentar las crisis; sin embargo, algunas mujeres no experimentan dicho empeoramiento y otras, incluso, notan una mejoría. En caso de precisar anticonceptivos, se recomienda usar los que contienen exclusivamente progestágenos (al igual que en la migraña con aura) o anticonceptivos combinados sin suspender las pastillas durante varios ciclos. Por ejemplo: en lugar de tomarlos durante tres semanas y descansar una (la pauta habitual), se recomienda tomarlos de forma continua durante nueve semanas seguidas y descansar una.
Tratamiento de las crisis
El tratamiento de las migrañas desencadenadas durante el período menstrual es igual al de las demás crisis. Sin embargo, dado que suelen ser más intensas y difíciles de tratar, se puede realizar un tratamiento preventivo corto de cinco días empezando en el día -2 de la regla. Los fármacos que han demostrado eficacia son el naproxeno, el magnesio y triptantes como el frovatriptán, naratriptán, sumatriptán y zolmitriptán. Con respecto a los fitoestrógenos, sustancias de origen vegetal con una estructura similar a los estrógenos humanos, aún no hay estudios convincentes sobre su eficacia.
Embarazo
Dada la discapacidad que produce la migraña, hasta un 25% de las mujeres posterga el embarazo. Durante el primer trimestre puede haber un empeoramiento, especialmente al final, dada la caída de una hormona llamada HCG. Sin embargo, la mayoría de las mujeres mejoran de las migrañas durante el segundo y el tercer trimestre. Los niveles de estrógenos están elevados a lo largo de todo el embarazo, por lo que algunas mujeres pueden debutar con migraña o presentar auras aisladas. Dado que tras el parto los niveles de estrógenos caen, no es infrecuente que haya una crisis intensa de migraña sin aura.
Dado el riesgo materno-fetal, el tratamiento de las crisis migrañosas suele ser un reto. Se recomienda el uso de paracetamol asociado a metoclopramida (si bien es un tratamiento para las náuseas y los vómitos, su efecto sobre la dopamina ayuda a controlar los síntomas de la migraña). Los triptanes (rizatriptán, eletriptán, etc) no se recomiendan durante el embarazo, aunque algunos estudios sugieren que podrían no estar relacionados con efectos adversos fetales/neonatales (especialmente el sumatriptán). Tampoco se recomienda el uso de AINES (naproxeno, ibuprofeno, dexketoprofeno) y la domperidona.
Como tratamiento preventivo se recomienda, en primer lugar, medidas no farmacológicas: llevar un estilo de vida regular, incluyendo horarios regulares para las comidas y el sueño, y ejercicio en la medida de las posibilidades. Si, a pesar de dichas medidas, las migrañas son muy frecuentes o muy discapacitantes, se pueden realizar infiltraciones de los nervios occipitales con lidocaína, una técnica muy eficaz y totalmente segura durante el embarazo.
Lactancia
Durante la lactancia se recomienda el ibuprofeno, debido a que se elimina relativamente rápido (vida media corta) del organismo y a que pasa en muy poca cantidad a la lecha materna. Si se requiere un triptán, se recomienda el sumatriptán y el eletriptán; con los demás es recomendable evitar la lactancia durante las siguientes 12 horas.
Dr. Alex Jaimes Sánchez
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Blog para informar a los pacientes de novedades y actualización en Cefaleas y dolor craneao-facial. Coordinados desde la Unidad de Cefaleas de la FJD
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