El verano y los trastornos de la conducta alimentaria

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son enfermedades mentales complejas que se caracterizan por una relación poco saludable con la comida y con la imagen corporal, lo que afecta profundamente la percepción que las personas tienen de sí mismas. Los TCA llevan a alteraciones de la conducta alimentaria y a renunciar a actividades tan habituales como pueden ser ir a la playa o a la piscina.

Su tratamiento, que debe ser muy especializado, requiere un equipo multidisciplinar de profesionales, y durante el mismo es importante que la familia y las personas más cercanas sepan cómo actuar con la persona que sufre un TCA.

Rocío Rosés, psicóloga y directora del Hospital de Día Infanto-Juvenil del Hospital Universitari Sagrat Cor explica cómo afrontar situaciones difíciles para las personas con TCA, como precisamente puede ser ahora en la época de verano, y da consejos para los familiares que conviven con una persona que sufre un TCA.

Para contextualizar, ¿cómo afecta un TCA a la percepción física que tienen las personas de sí mismas?

Los TCA alteran la imagen corporal. Esto significa que las personas se perciben de una manera más negativa respecto a su realidad. Esta diferencia viene en parte marcada por los estandartes de belleza. Por ejemplo, los varones generalmente se perciben más estrechos respecto a la medida de su espalda, ya que cuando se comparan con el patrón de belleza masculino vigente (cuerpo hipermusculado) se autoperciben más estrechos de lo que realmente son. En cambio, las mujeres se perciben más anchas respecto sus caderas y su cintura. Esto es debido a que el modelo de belleza femenino es con cintura y caderas especialmente estrechas y, al compararse con dicho ideal, su autopercepción es más negativa, viéndose más gruesas de lo que son en realidad.

¿Por qué empeora esta enfermedad en verano?

En verano, es cuando las personas exponen más sus cuerpos y, por tanto, es cuando las inseguridades respecto a este van a más. Es por ello, que antes de que llegue el verano junto con la "operación bikini" promovida por las redes sociales y la publicidad acentúa la necesidad de realizar un cambio repentino con el cuerpo, con lo que puede aumentar la proliferación de este tipo de trastornos.

Y es un momento en el que se pueden observar cambios de la persona: no querer ir a la playa o a la piscina cuando siempre ha querido ir. Este puede ser unos de los factores de riesgo de que la persona puede empezar con este tipo de sintomatología psiquiátrica.

¿Cómo puede afrontar el verano una persona con TCA, momento de tantos mensajes de "prepara el cuerpo en verano, necesidad de cuerpo perfecto..."?

Estos mensajes afectan muy negativamente a la persona afectada, ya que el mensaje desde la publicidad y las redes sociales es que el cuerpo es maleable y cambiante, cuando todos tenemos un peso determinado por aspectos genéticos. Por supuesto que las personas debemos tener una alimentación variada y equilibrada, basada en una dieta mediterránea, pero cuando se realizan restricciones de algunos grupos de alimentos, especialmente hidratos de carbono, puede afectar negativamente a la persona y, cuánto mayor es la restricción alimentaria, la distorsión de la imagen corporal (percepción real-percepción ideal) es mayor. Eso quiere decir, que el factor que más se vincula con el inicio de patología alimentaria, así como de mantenimiento de la enfermedad es la realización de restricciones alimentarias o lo que está tan socialmente aceptado, realizar una dieta (sin supervisión ni necesidad médica, sólo con fines estéticos)

¿Hay más riesgo de recaídas del TCA en verano?

Por todo lo comentado anteriormente, hay que estar muy atentos en la época de primavera y verano porque es cuando hay más incidencia de este tipo de trastornos.

¿Cómo puede la familia y amigos ayudar a una persona con TCA en verano?

La familia es clave para este tipo de patologías, en primer lugar, se recomienda realizar la mayor cantidad de comidas en familia, comiendo lo mismo dónde se pueda favorecer el diálogo con todos los miembros de la familia. Del mismo modo, se recomienda también que la familia no realice comentarios negativos sobre ninguna persona. Además, es fundamental que sean promotores de tener espíritu crítico sobre los medios de comunicación. Ya que en la mayoría de la difusión sobre tipos de dietas, productos, etc...siempre hay un motivo económico, es por ello que hay que ayudar a que los adolescentes sean conscientes, en primer lugar, que los estándares de belleza tanto masculinos como femeninos son prototipos prácticamente inexistentes en la población general y que para conseguir ese cuerpo deseado no hay que hacer dietas milagro, sino trabajar la autoestima y el autoconcepto, y trabajar para saber por qué es tan importante conseguir ese cuerpo deseado en vez de aceptarse cómo es uno físicamente.