Todo lo que debes saber sobre las infecciones urinarias

"Las infecciones urinarias son motivo frecuente de consulta médica, de gravedad variable y responsables de la utilización frecuente de antibióticos. En ocasiones son recurrentes y pueden ocasionar menoscabo en la calidad de vida", destaca el Dr. Pere Tudela, jefe de Medicina Interna y Urgencias del Hospital Quirónsalud Badalona.

Se trata de una de las afectaciones que aumenta su incidencia con la llegada del verano. Hay una serie de factores que se consideran causantes del aumento de esta patología en verano, entre los que podemos destacar: el aumento de la temperatura y humedad en el área urogenital por el calor y el sudor, la alteración de la flora perineal y vaginal por los baños e incluso por el incremento de la frecuencia de las relaciones sexuales (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria).

¿Cuáles son los procesos clínicos fundamentales?

Según la porción afectada de la vía urinaria, se pueden distinguir diferentes entidades:

• La Cistitis afecta a la vejiga y consiste en dolor o escozor al orinar (disuria).
• La Pielonefritis supone afectación renal y añade a los anteriores síntomas, dolor en la región lumbar y/o fiebre.
• En los hombres, la Prostatitis añade a al dolor al orinar y a la fiebre, dificultad a la salida de la orina.

"En algunos casos, estos cuadros pueden evolucionar rápidamente a la Sepsis, que supone el paso de los microorganismos a la sangre. Es la forma más grave y suele comportar una marcada hipotensión arterial con afectación importante del estado general", resalta el especialista.

¿Cuáles son los microorganismos responsables?

Mayoritariamente son del género enterobacterias (E.coli, Proteus, Morganella, Klebsiella, entre otros). Pero también Enterococo o Pseudomonas, que suelen afectar a pacientes con enfermedades o antibióticos previos.

La procedencia de las bacterias es la flora perineal y peri-uretral, que se introduce en las vías urinarias por proximidad (mayor predisposición en la mujer) o bien por la existencia de otros factores como litiasis, sonda, hiperplasia prostática, malformaciones, o exploraciones endoscópicas. Algunos factores pueden ser favorecedores, como la diabetes, la inmunodepresión, la menopausia o el embarazo.

¿Cuándo consultar en Urgencias y cuándo al médico de familia?

Según el Dr. P. Tudela: "las infecciones urinarias pueden tener diferentes formas de presentación, de gravedad variable, siendo en ocasiones difícil asegurar su pronóstico. No obstante, como reglas generales, la presencia de fiebre con escalofríos, dolor lumbar importante, dificultad para orinar o presencia de sangre en la orina, hacen sospechar procesos graves y por tanto aconsejan consultar en Urgencias. Por el contrario, la disuria aislada orienta hacia un proceso más leve, que puede ser resuelto en el entorno del médico de familia. Para los pacientes inmunodeprimidos es preciso tener criterios de alerta más específicos".

¿Hay que realizar pruebas diagnósticas complementarias?

Debe realizarse una tira reactiva de orina, y en ocasiones un sedimento urinario, que en caso de confirmar el diagnóstico requerirán procesar un urocultivo. Otras técnicas, como cultivos de sangre y pruebas de imagen (ECO/TC), se reservan para casos que requieren ingreso hospitalario, o pacientes con recurrencia.

¿Cuándo hay que tomar antibióticos?

En general, están indicados cuando los análisis de orina confirman la existencia de probable infección, y siempre tras la toma previa de muestra para urocultivo. Los resultados del cultivo permiten en ocasiones simplificar el tratamiento antibiótico, lo cual reduce el riesgo de generar resistencias.

Hay que recordar por otra parte, que la utilización de antibióticos indiscriminadamente tiene repercusiones trascendentes, como el error en el diagnóstico, la generación de microorganismos resistentes, así como los posibles efectos secundarios.

"Es importante distinguir entre infección urinaria e infecciones genitales (uretritis o vulvovaginitis) que pueden tener síntomas parecidos, pero que requieren de un enfoque y tratamiento diferentes. Por otro lado, la presencia aislada de un urocultivo positivo, en una persona sin síntomas urinarios, suele corresponder a bacteriuria asintomática, que habitualmente no requiere tratamiento. Estas situaciones pueden generar falsos diagnósticos de infección urinaria", añade el doctor.

¿Cómo podemos prevenir?

Como normas generales, la hidratación adecuada, la micción frecuente (especialmente tras las relaciones sexuales) y una correcta higiene y secado (de delante hacia atrás), pueden ayudar en las formas recurrentes. Asimismo, es importante evitar el uso de productos irritantes en el área urogenital y optar siempre por productos específicos de higiene íntima. Por otro lado, el uso de ropa interior de algodón y de prendas no ajustadas también pueden contribuir a la prevención.

Disminuir los factores favorecedores con el tratamiento óptimo de la diabetes, las litiasis, o la hiperplasia prostática, también pueden ser efectivos. En la medida de los posible, se aconseja evitar los sondajes y las manipulaciones urinarias.

Algunos casos seleccionados pueden ser tributarios de antibióticos periódicos, o de fármacos antiadherentes (D-manosa, arándanos) con indicaciones específicas. Y algunas personas pueden tener indicación de vacunas. En cualquier caso, esta evaluación siempre corresponderá a un profesional sanitario.