Test psicométricos
Los test psicométricos son pruebas psicológicas estandarizadas y estructuradas que miden objetiva y cuantitativamente diversos rasgos de la psique del individuo, como la inteligencia, la personalidad y las aptitudes.

Descripción General
Los test psicométricos son pruebas psicológicas que miden de forma objetiva y cuantitativa diferentes rasgos cognitivos y de la personalidad del individuo. Están basados en preguntas, o ítems, estructurados y estandarizados, y para su evaluación se comparan los resultados obtenidos con las del grupo normativo de referencia, formado por individuos con características similares (edad, género o nivel socioeconómico, entre otras variables).
Los test psicométricos se dividen en tres categorías principales:
- Test psicométricos de inteligencia: miden las habilidades cognitivas del sujeto, es decir, su capacidad de razonamiento, aprendizaje, comprensión o adaptación al entorno. Son ejemplos las Escalas de inteligencia de Wechsler o el test de Raven.
- Test psicométricos de personalidad: evalúan el pensamiento, las emociones y el comportamiento del paciente, su forma de ver el mundo y de actuar en él. Una muestra es el Cuestionario factorial de la personalidad de Cattel o el Inventario multifásico de la personalidad de Minnesota.
- Test psicométricos de aptitudes: miden las habilidades concretas del individuo, su capacidad para realizar o aprender tareas específicas. Un ejemplo representativo es el test de aptitudes diferenciales de Bennett, Seashore y Wesman.
¿Cuándo están indicados?
En el ámbito clínico, los test psicométricos pueden orientar o facilitar el diagnóstico de diversas condiciones:
- Trastornos del neurodesarrollo, como los trastornos del espectro autista.
- Trastornos del desarrollo intelectual.
- Trastornos afectivos, como ansiedad o depresión.
- Psicopatologías, como paranoia, esquizofrenia o hipocondría.
Asimismo, las evaluaciones psicométricas se utilizan para diseñar planes de tratamiento individualizados y adaptados al paciente, así como para evaluar la eficacia de los mismos.
Los exámenes psicométricos son también muy utilizados en el ámbito laboral dentro del proceso de reclutamiento de personal, como herramientas para evaluar la idoneidad del candidato o predecir su posible rendimiento. En el sector educativo, además, se utilizan para hacer una valoración general de las habilidades cognitivas, las aptitudes o los intereses vocacionales del alumnado.
¿Cómo se realizan?
Los test psicométricos ofrecen diferentes formas de realización en función del test específico. Generalmente son cuestionarios de autoinforme compuestos por una batería de preguntas o ítems cerrados, con respuestas de opción binaria, opción múltiple o escalas de calificación de tipo Linkert. En algunos casos se establece un límite de tiempo para completar el test, mientras que en otros no existe limitación.
Asimismo, puede tratarse de test verbales, habitualmente escritos, o test no verbales, basados en ítems gráficos. Tradicionalmente se realizaban en papel, aunque en la actualidad es habitual contar con versiones digitales que se hacen en el ordenador. Su administración puede ser individual, como ocurre en una evaluación clínica, o colectiva, como es habitual en un centro educativo o un proceso de selección de personal.
Riesgos
Pese a que proporcionan información objetiva y cuantificable sobre el sujeto, los test psicométricos no deben utilizarse en ningún caso como única herramienta diagnóstica. En muchos casos, los test simplifican la complejidad de la psique humana reduciendo todos los comportamientos posibles a ciertas variables estandarizadas.
Asimismo, pueden verse limitados por la existencia de sesgos culturales y lingüísticos, por lo que la adaptación de los test es crucial. En muchos casos, además, los resultados se obtienen sin tener en cuenta el contexto individual de la persona, como el estado emocional o su bagaje cultural, lo que puede llevar a conclusiones erróneas si estas solo se basan en los resultados numéricos del test.
Por otro lado, fuera del ámbito clínico no es infrecuente el uso de test no validados por la comunidad científica o que son evaluados por personal que no posee la formación o experiencia necesarias para obtener resultados fiables y válidos.
Qué esperar de un test psicométrico
Antes de empezar, el especialista que dirige el test facilita y explica las instrucciones necesarias para completarlo, que probablemente también estén indicadas en el propio test. Es fundamental que el paciente comprenda completamente su funcionamiento, por lo que no debe dudar en preguntar lo que necesite.
La colaboración del paciente es esencial: es necesario que responda con veracidad, sin seleccionar respuestas que no se corresponden con su realidad ni hacerlo al azar; solo así se garantiza la fiabilidad de los resultados. En función de la duración del test o del objetivo del mismo, es normal sentirse cansado, agobiado o incluso emocionalmente alterado. En esas ocasiones, puede ser posible tomar un descanso antes de retomar el test.
Las pruebas pueden durar desde 15 o 30 minutos hasta varias horas, dependiendo tanto de cada tipo de test como del ritmo de respuesta del sujeto. El especialista que evalúa los resultados obtenidos elabora posteriormente un informe donde incluye sus conclusiones y recomendaciones, tanto respecto al diagnóstico como a los posibles tratamientos.
Especialidades en las que se solicitan los test psicométricos
Los test psicométricos se utilizan en las especialidades de psicología clínica y psiquiatría.
Cómo prepararse
Antes de realizar un test psicométrico, es necesario que el paciente mantenga una entrevista clínica con el especialista, para que este obtenga una visión general de su estado o sintomatología y decida cuáles son los test más adecuados para evaluar su caso específico. También es posible que el paciente deba firmar un formulario de consentimiento informado.