Síndrome nefrítico
¿A qué se debe el síndrome nefrítico? Toda la información sobre este trastorno: causas, síntomas y tratamientos.
Síntomas y causas
Se denomina síndrome nefrítico al conjunto de alteraciones y síntomas provocados por la inflamación de los glomérulos renales (glomerulonefritis). Los glomérulos son las unidades funcionales del riñón y están compuestos por una red de capilares sanguíneos rodeados de una envoltura externa. Se ubican en la nefrona del riñón y su función es filtrar y depurar el plasma sanguíneo, la primera etapa del proceso de formación de la orina.
La inflamación de los glomérulos impide una adecuada filtración de la sangre. Esto lleva a una disminución en la producción de orina que hace que se acumulen sustancias nitrogenadas en la sangre, como la urea, y se retengan agua y sales. La retención de líquidos, a su vez, produce un incremento de la presión arterial y edema.
En función de su desarrollo, el síndrome nefrítico puede ser:
- Síndrome nefrítico agudo: se desarrolla en un periodo de tiempo breve.
- Síndrome nefrítico crónico: tiene una progresión gradual que se mantiene en el tiempo.
Según el origen del síndrome, este puede ser:
- Primario: la inflamación se origina en los riñones.
- Secundario: la inflamación se deriva de una afección subyacente.
Síntomas
Los síntomas característicos del síndrome nefrítico son los siguientes:
- Hematuria: sangre en la orina.
- Oliguria: disminución de la micción.
- Edema: inflamación de los tejidos por la retención de líquido. Comienza en piernas, pies, abdomen, brazos o manos pudiendo llegar a la cara y párpados.
- Hipertensión arterial.
Asimismo, pueden manifestarse síntomas adicionales:
- Malestar general e indisposición.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas y vómitos.
- Tos con moco o con material espumoso.
- Dolor articular o muscular.
- Visión borrosa.
- Aparición de hematomas.
- Dolor en el flanco abdominal.
- Dificultad respiratoria.
- Somnolencia o confusión.
Causas
Las causas del síndrome nefrítico primario son las afecciones que dañan los glomérulos, siendo las más habituales:
- Glomerulonefritis membranoproliferativa.
- Nefropatía por inmunoglobulina A.
- Glomerulonefritis con semilunas.
El síndrome nefrítico secundario, por su parte, puede deberse a una amplia variedad de trastornos:
- Infección bacteriana, generalmente en la piel o la garganta por estreptococos (glomerulonefritis posestreptocócica, la causa más habitual del síndrome, especialmente en niños). También puede tratarse de otro tipo de infección bacteriana, como una endocarditis por estafilococos o neumococos.
- Infección vírica, como varicela, sarampión, Epstein-Barr, hepatitis B y C, herpes zóster o virus Coxackie.
- Infección parasitaria, como malaria o esquistosomiasis.
- Trastornos autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico, diabetes o síndrome de Goodpasture.
- Vasculitis, como granulomatosis de Wegener, poliangeitis microscópica, púrpura de Schönlein-Henoch o crioglobulinemia.
- Trastornos glomerulares hereditarios, como síndrome de Alport (nefritis hereditaria) o enfermedad por membrana basal delgada.
- Medicamentos que causan daño renal, como hidrazalina, interferón alfa, antiinflamatorios no esteroideos, litio, quinina, mitomicina C o fármacos quimioterapéuticos.
Factores de riesgo
El riesgo de desarrollar un síndrome nefrítico aumenta con la presencia de infecciones o trastornos asociados y el consumo de medicamentos que ocasionan daño renal.
Complicaciones
El síndrome nefrítico causado por glomerulonefritis postestreptocócica a menudo deriva en una insuficiencia renal aguda, un fallo repentino y de progresión rápida de la función renal que, si no se trata a tiempo, puede resultar mortal. Si la inflamación glomerular se mantiene durante un tiempo prolongado, es posible que el daño causado degenere en una insuficiencia renal crónica, que puede progresar hasta necesitar tratamiento con diálisis o incluso un trasplante de riñón.
En casos severos, la acumulación de líquido puede afectar a los pulmones y originar un edema pulmonar agudo, causando dificultad respiratoria, hipertensión pulmonar e insuficiencia cardiaca.
Prevención
Las siguientes medidas pueden ayudar a prevenir el síndrome nefrítico:
- Protegerse contra las infecciones mediante vacunación, higiene y prácticas sexuales seguras.
- Tratar las infecciones de forma temprana.
- Evitar el consumo de medicamentos que causan daño renal.
¿Qué médico trata el síndrome nefrítico?
El síndrome nefrítico es diagnosticado y tratado por los especialistas en nefrología.
Diagnóstico
El síndrome nefrítico se sospecha por la manifestación de los síntomas característicos y la presencia en el historial clínico de afecciones asociadas. Para confirmarlo, se realizan las siguientes pruebas:
- Análisis de orina, para verificar la presencia de sangre, proteínas y cilindros hemáticos (acumulaciones de glóbulos rojos o blancos causadas por daño glomerular).
- Análisis de sangre, para medir el nivel de electrolitos, nitrógeno ureico y creatinina, elevados en caso de síndrome nefrítico. En la muestra de sangre también se pueden identificar los microorganismos causantes de la inflamación, si se trata de un síndrome nefrítico por infección, o los marcadores característicos de los trastornos autoinmunes asociados.
- Biopsia renalBiopsia renalBiopsia : en algunos casos, se analiza una muestra de tejido para verificar la inflamación glomerular, estimar la gravedad del daño y determinar la causa subyacente.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome nefrítico no es específico, sino que se enfoca en tratar la afección causante y aliviar los síntomas hasta que la enfermedad remita. Las opciones posibles incluyen:
- Tratamiento conservador: reposo, restricción de la sal en la dieta y disminución de la ingesta de líquidos para favorecer la recuperación de la función renal.
- Administración de diuréticos para facilitar la micción, reducir la acumulación de líquidos y disminuir la presión arterial.
- Medicamentos antihipertensivos, si los tratamientos anteriores no regulan la hipertensión.
- Administración de antibióticos, en caso de síndrome nefrítico agudo por infección bacteriana.
- Medicamentos inmunosupresores o corticoesteroides, si la causa subyacente es un trastorno autoinmune.
- Diálisis: en caso de insuficiencia renal grave, puede ser necesario el uso de una máquina que actúa como un riñón artificial para filtrar la sangre. Si la insuficiencia es aguda, el tratamiento con diálisis se establece hasta que la función renal se recupera; en caso crónico o terminal, es un tratamiento a largo plazo, de por vida, o una medida temporal a la espera de trasplante.