Infección urinaria
¿Hay distintos tipos de infección urinaria? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para todos ellos.
Síntomas y causas
Las infecciones del tracto urinario (ITU) se producen cuando un microorganismo patógeno (normalmente una bacteria) llega a la uretra y afecta a las vías urinarias. Lo más habitual es que estos gérmenes se desplacen desde el recto o accedan al interior del cuerpo a través de la piel.
Existen cuatro clases de infección urinaria dependiendo del órgano afectado:
- Cistitis: se produce en la vejiga.
- Pielonefritis: se desarrolla en el riñón.
- Prostatitis: se localiza en la próstata, glándula del órgano sexual masculino que interviene en la producción del semen.
- Uretritis: se desarrolla en la uretra, que es el conducto por el que se expulsa la orina desde la vejiga al exterior.
Para elegir el tratamiento más adecuado, es necesario determinar el tipo de afección:
- Primoinfección: es una infección aislada.
- Infección no resuelta: normalmente, no remite porque se ha utilizado un antibiótico inadecuado.
- Infección recurrente: se repite por persistencia bacteriana o por reinfección, que es lo más frecuente.
Debido a su anatomía (uretra más corta y cercana al recto), las infecciones urinarias son más habituales entre las mujeres que en los hombres. No obstante, el sexo femenino tiene mayor tendencia a la cistitis, que cursa con síntomas leves y pocas probabilidades de complicaciones.
A pesar de ser menos frecuentes en el varón, este tiene más riesgo de complicaciones requiriendo tratamientos más prolongados. Dentro de ellas cabe destacar la prostatitis, que genera síntomas más graves y tiene probabilidad de cronificarse.
En la mayoría de los casos, es una afección que, cuando se trata a tiempo, remite en 24 o 48 horas. No obstante, cuando afecta a los riñones puede extenderse durante una semana.
Síntomas
Los síntomas más habituales de las infecciones urinarias son:
- Orina con sangre (hematuria).
- Orina turbia.
- Dolor o escozor al orinar (disuria).
- Necesidad urgente de orinar.
- Incontinencia urinaria.
- En algunos casos, fiebre.
- En caso de pielonefritis, dolor lumbar alto.
Causas
Las infecciones urinarias suelen estar causadas por bacterias. En la mayoría de los casos por la Escherichia coli, que está presente en las heces. También es habitual que la ocasionen la Proteus, la Enterobacter, la Klebsiella, la Citrobacter, la Pseudomona, la Estafilococo estreptococo faecalis, la Serratia o, más comúnmente, la Estafilococo saprofiticus.
Factores de riesgo
Los factores que aumentan el riesgo de contraer una ITU son:
- Mujeres: sobre todo, las sexualmente activas y las embarazadas.
- Niños y personas mayores.
- Cambios en la flora vaginal: pueden deberse a alteraciones hormonales, como la menopausia, o al uso de espermicidas.
- Agrandamiento de la próstata.
- Higiene deficiente.
- Antecedentes familiares o personales de infección de orina.
- Diabetes.
- Personas inmunodeprimidas.
- Cálculos renales infecciosos.
- Obstrucción renal.
- Reflujo vesicoureteral: la orina retrocede de la vejiga hasta los riñones.
- Menores de un año no circuncidados.
Complicaciones
Cuando la infección de orina no se trata o no responde a los tratamientos adecuadamente, se pueden producir las siguientes complicaciones:
- Infección crónica.
- Nefropatía cicatricial: se forman cicatrices que dañan de forma irreversible el parénquima renal (la corteza y la médula, que son las partes funcionales del riñón).
- Fallo renal: los riñones dejan de funcionar o lo hacen de forma deficiente.
Prevención
Algunos consejos para prevenir las infecciones de orina son:
- Beber líquidos en abundancia para mantenerse hidratado.
- Orinar después de las relaciones sexuales.
- Ducharse en lugar de bañarse.
- Evitar las duchas vaginales.
- Limpiarse de adelante hacia atrás después de defecar, especialmente las mujeres.
¿Qué médico trata las infecciones de orina?
Las infecciones del tracto urinario se diagnostican y tratan en la consulta de medicina familiar, pediatría, geriatría, medicina interna, urología y nefrología.
Diagnóstico
Para diagnosticar una infección urinaria, se suelen llevar a cabo los siguientes exámenes:
- Anamnesis y estudio de los síntomas.
- Exploración física.
- Análisis de orina para confirmar la bacteriuria (presencia de bacterias en la orina).
- Cultivo de orina para determinar el tipo de bacterias que han causado la infección.
- Pruebas de diagnóstico por imagen para observar la forma y el tamaño del aparato urinario y determinar si existe un problema anatómico o la zona en la que se ha producido la infección.
- Cistoscopia: en las infecciones recurrentes, se introduce una sonda con una cámara en su extremo a través de la uretra para observar el interior de la vejiga.
Tratamiento
El tratamiento de las infecciones de orina consiste en la toma de antibióticos específicos para el tipo de bacterias que las han causado. Para garantizar su eficacia y evitar la resistencia a sus efectos, se recomienda seguir las recomendaciones del médico y terminar el tratamiento establecido a pesar de que los síntomas hayan remitido.