Impétigo
¿Cuál es el mejor tratamiento para el impétigo? Recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio.
Síntomas y causas
El impétigo es una infección de la piel altamente contagiosa causada por bacterias del tipo estafilococo o estreptococo. En la mayoría de los casos, se manifiesta con úlceras superficiales de color rojizo alrededor de la boca y la nariz, que pueden extenderse a través del exudado a las manos y los pies. Tras aproximadamente una semana, las lesiones se abren, supuran durante unos días y, finalmente, se cubren con costras de color miel.
Se conocen tres tipos diferentes de impétigo:
- Impétigo vulgar: Presenta pequeñas heridas que se transforman poco a poco en costras. Es el más habitual.
- Impétigo ampuloso: Causa lesiones más grandes en forma de ampollas que tardan más tiempo en abrirse.
- Ectima: Se conoce como impétigo profundo porque las vesículas penetran en la piel, ofreciendo un aspecto similar a las úlceras y formando costras de color amarillo.
A pesar de que cualquier persona puede contraer esta enfermedad cutánea, los bebés y los niños son más propensos a desarrollarla.
Síntomas
Los síntomas del impétigo son muy fáciles de reconocer, aunque varían ligeramente dependiendo de la variante que se contraiga. Los más destacados son:
- Úlceras de color rojizo en la cara, especialmente alrededor de la nariz y la boca.
- Exudado amarillento de las lesiones cuando se rompen.
- Costras marrones cuando se ha expulsado todo el líquido.
- Ampollas grandes en el caso del impétigo ampolloso, que también pueden formarse en el tronco.
- Úlceras con pus en el caso del ectima.
- Dolor leve causado por las lesiones cutáneas.
- Ligero picor en la zona afectada.
Causas
El impétigo está causado por bacterias de tipo estafilococo, aunque también pueden ser estreptococos. El contagio se produce tanto por el contacto directo con otras personas con impétigo como por compartir objetos o ropa.
Factores de riesgo
Algunas circunstancias que aumentan la posibilidad de contagiarse de impétigo son:
- Edad: Los niños pequeños son los más propensos a contraerlo, especialmente entre los dos y los cinco años.
- Contacto con personas infectadas: Es habitual que los niños se contagien en la escuela infantil o en el colegio.
- Lesiones cutáneas previas: Picaduras de insectos o heridas, ya que las bacterias las aprovechan para acceder a la piel.
- Otras afecciones de la piel.
- Sistema inmunitario débil.
- Clima: El calor y la humedad facilitan la infección.
Complicaciones
El impétigo es una enfermedad leve y no es habitual que cause mayores problemas de salud ni marcas en la piel. Sin embargo, en casos poco frecuentes puede presentar complicaciones graves como:
- Cicatrices: Después de caer las costras de las llagas formadas por el ectima.
- Problemas renales de origen bacteriano: Especialmente la glomerulonefritis postestreptocócica, una inflamación de los capilares encargados de filtrar la orina en el riñón.
- nfección en las capas más profundas de la piel: Puede llegar a la sangre o a los ganglios linfáticos.
Prevención
Aunque el impétigo es muy contagioso, puede reducirse el riesgo de contraerlo manteniendo la piel siempre limpia. Cuando se produzcan heridas, eccemas o picaduras de insectos, es fundamental lavar la zona para mantenerla lo más sana posible.
Para prevenir la transmisión a otras personas cuando se tiene impétigo, se pueden incluir algunas acciones en la rutina diaria. Por ejemplo:
- Limpiar la zona afectada con delicadeza de forma frecuente.
- Lavar diariamente la ropa, las sábanas y las toallas.
- Llevar las uñas cortas para minimizar el daño en caso de rascado.
- Utilizar guantes para aplicar la medicación.
- Mantener una higiene adecuada en las manos.
- Permanecer en casa hasta que la enfermedad no sea contagiosa.
Diagnóstico
No es necesario realizar pruebas especiales para diagnosticar el impétigo, ya que la observación de las lesiones es suficiente para que un médico lo identifique. Un examen físico, por lo tanto, es el procedimiento habitual para detectarlo.
En ocasiones, la enfermedad no remite a pesar de la medicación. En estos casos, se suele tomar una muestra del exudado para analizarla en el laboratorio y encontrar el antibiótico más adecuado para tratar la infección.
Tratamiento
Al tratarse de una infección bacteriana que produce llagas o ampollas en la piel, los antibióticos tópicos son la mejor forma de tratar el impétigo. Normalmente se recetan cremas con mupirocina. Para aumentar su eficacia, se recomienda seguir estos pasos:
- Limpiar la zona aplicando compresas húmedas durante unos minutos.
- Secar sin fricción, preferiblemente dando golpecitos.
- Retirar las costras con cuidado.
- Aplicar el ungüento sobre las lesiones.
- Cubrir, si es posible, con una venda para limitar la propagación.
En los casos de ectima suele ser necesario tomar antibióticos por vía oral para aumentar los efectos de la medicación.
Transcurridas entre 24 y 48 horas tras la primera aplicación del medicamento, se puede volver a salir de casa sin riesgo de contagio.