La zona lumbar, el cuello y las rodillas, las áreas más castigadas de los costaleros durante la Semana Santa

La zona lumbar, el cuello y las rodillas, las áreas más castigadas de los costaleros durante la Semana Santa

Unidad columna espalda murcia quironsaludUnidad columna espalda murcia quironsalud
16 de abril de 2025
Hospital Quirónsalud Murciaes/red-centros/hospital-quironsalud-murcia
Traumatología y Cirugía Ortopédicaes/especialidades/traumatologia-y-cirugia-ortopedica

La Semana Santa murciana es una de las expresiones más sentidas del fervor popular, donde los costaleros desempeñan un papel esencial al portar, durante horas, los pesados pasos procesionales. Este acto de entrega y devoción, sin embargo, puede conllevar un considerable esfuerzo físico que, si no se realiza con la preparación y técnica adecuadas, conlleva un alto riesgo de lesiones musculoesqueléticas.

El doctor Diego Giménez, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud Murcia, señala que las lesiones más comunes en los costaleros son consecuencia directa del peso sostenido durante largos periodos, los movimientos repetitivos y las posturas forzadas.

"La zona lumbar, el cuello, los hombros y las rodillas son las áreas que más sufren. Las contracturas, lumbalgias, tendinitis y esguinces son dolencias muy frecuentes durante estas fechas", explica el especialista.

Entre las dolencias más habituales se encuentran las contracturas y sobrecargas musculares, especialmente en el cuello, los hombros y la espalda, fruto de la tensión constante y las posturas mantenidas. Las lumbalgias agudas son también frecuentes, así como las cervicalgias, causadas por la presión del peso sobre la zona cervical. A estas se suman las tendinitis en hombros, rodillas y muñecas, provocadas por la repetición de movimientos, además de esguinces en tobillos y rodillas, muy comunes debido a las irregularidades del pavimento. Finalmente, no faltan las ampollas, heridas y dermatitis por el roce y la humedad, especialmente en pies y hombros.

Cuándo acudir a urgencias

Saber identificar los signos que requieren atención médica inmediata es fundamental. El doctor Giménez recomienda acudir a urgencias si se presenta un dolor intenso repentino que no cede con el reposo, imposibilidad de mover alguna extremidad o de soportar peso con ella, inflamación notable o deformidad articular, hormigueos, pérdida de sensibilidad o fuerza (síntomas de posible afectación nerviosa), dolor lumbar que se irradia hacia las piernas, así como mareos o dificultad respiratoria, que podrían alertar de un problema cardiovascular.

"Ante cualquier síntoma que limite la movilidad o cause un dolor incapacitante, lo mejor es detenerse y buscar valoración médica para evitar complicaciones", advierte el traumatólogo.


Consejos para evitar lesiones si eres costalero de Semana Santa

La prevención es la mejor herramienta para evitar que un momento tan especial como una procesión acabe en una visita al servicio de urgencias. Como detalla el doctor Giménez, "es fundamental iniciar semanas antes un programa de entrenamiento específico que refuerce la musculatura del tronco, especialmente el core, que incluye abdomen y espalda baja, así como el cuello, los hombros y las piernas"


El especialista indica que" ejercicios como planchas, sentadillas, puentes lumbares o peso muerto con cargas moderadas ayudan a mejorar la resistencia y la estabilidad del cuerpo ante el esfuerzo sostenido". Igualmente importante es realizar estiramientos dinámicos y ejercicios de movilidad articular tanto antes como después de cada procesión.


El cuidado del equipamiento también juega un papel clave, como detalla el docto Giménez, "el uso de un calzado cómodo, ya adaptado al pie y con suela antideslizante, puede evitar numerosas lesiones en pies y tobillos. La faja costal debe ajustarse correctamente: no demasiado apretada para no dificultar la respiración, pero sí lo suficiente como para ofrecer sujeción".


Durante la procesión, se debe mantener una postura adecuada: la espalda debe permanecer recta, con la cabeza alineada con la columna y la mirada al frente. Las rodillas deben estar ligeramente flexionadas para amortiguar el peso, y es importante apoyar completamente los pies en el suelo, evitando pasos bruscos o inestables. "Además, la coordinación entre costaleros es fundamental para distribuir el peso de forma equilibrada y prevenir movimientos descompensados que puedan derivar en lesiones", añade.


Por último, el doctor subraya la importancia de la hidratación antes, durante y después de la procesión, así como evitar el alcohol y las comidas pesadas. Dormir bien entre jornada y jornada es esencial para que la musculatura se recupere adecuadamente. Y, sobre todo, escuchar al cuerpo, "si aparece dolor, es mejor detenerse a tiempo y pedir ayuda que arriesgarse a agravar una posible lesión", concluye.

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