Enfermedad pulmonar

¿Qué enfermedades de los pulmones son las más habituales? Sus características, sus síntomas, sus métodos diagnósticos y sus tratamientos más habituales.

Síntomas y causas

Las neumopatías no solo afectan a los pulmones, sino también a otras partes del sistema respiratorio como la laringe, los bronquios, los bronquiolos o los vasos sanguíneos. Suelen estar causadas por una infección por virus o bacterias, por el tabaco o por la exposición prolongada a agentes contaminantes.

Algunas de las enfermedades pulmonares más frecuentes son:

  • Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): es la pérdida de la función pulmonar como consecuencia de la obstrucción del paso de aire a través de los bronquios de forma irreversible. La EPOC engloba a la bronquitis crónica y al enfisema. La bronquitis crónica causa tos y expectoración diaria, y el enfisema (destrucción de los alveolos) principalmente dificulta la respiración.
  • Fibrosis quística: es una enfermedad congénita que se caracteriza por la presencia de bronquiectasias "dilataciones bronquiales" y producción excesiva de moco espeso que tapona las vías respiratorias.
  • Neumotórax: es la salida de aire en el espacio que hay entre la pared torácica y los pulmones.
  • Cáncer de pulmón: crecimiento anormal de las células que forman el tejido pulmonar.
  • Fibrosis pulmonar: engrosamiento del tejido que recubre los pulmones, secundario a enfermedades inflamatorias reumatológicas, por lo que pierden elasticidad y capacidad de funcionamiento.
  • Asma: obstrucción reversible por inflamación al paso de aire a través de los bronquios.
  • Embolismo pulmonar: es la consecuencia al desprendimiento de un trombo (coágulo sanguíneo) normalmente en las piernas, que se traslada y bloquea los vasos sanguíneos por los que circula la sangre en el pulmón.

Actualmente, las enfermedades pulmonares son una de las principales causas de muerte en el mundo, por lo que la detección precoz y el tratamiento adecuado resultan claves para el pronóstico y la buena evolución de los pacientes. Además, adoptar hábitos de vida saludable, entre los que se incluye dejar de fumar, ayuda a prevenirlas y mejorar la calidad de vida.

Síntomas

A pesar de que cada patología es diferente, los afectados por una enfermedad pulmonar suelen mostrar los siguientes síntomas:

  • Disnea (dificultad para respirar o falta de aire).
  • Tos persistente que, en ocasiones, produce moco o sangre.
  • Dedos hipocráticos (dedos con forma de palillo de tambor).
  • Dolor torácico.
  • Sibilancias (es un ruido en forma de silbido al respirar por inflamación de las paredes de los bronquios).
  • Cianosis (color ligeramente azulado de piel).
  • Fatiga.
  • Depresión.
  • Ansiedad.

Causas

La principal causa de las enfermedades pulmonares, especialmente las crónicas, es la exposición a agentes irritantes como el humo del tabaco, determinados alérgenos, la contaminación ambiental, algunos productos químicos o el polvo.

Dependiendo del origen de la enfermedad, las neumopatías se dividen en:

  • Neumopatía intersticial: afecta al tejido conectivo que recubre los alveolos.
  • Neumopatía infecciosa: provocada por una infección por hongos, virus o bacterias.
  • Neumoconiosis o neumopatía ocupacional: derivada de la exposición a agentes irritantes durante la jornada laboral.

Factores de riesgo

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de desarrollar una neumopatía son:

  • Tabaquismo.
  • Inhalación de sustancias contaminantes.
  • Exposición al polvo o a alérgenos.
  • Algunos tratamientos médicos como los antibióticos o la quimioterapia.

Complicaciones

La complicación más grave de las enfermedades pulmonares es el fallo pulmonar, es decir, que el pulmón se degrade completamente y deje de funcionar, por lo que las células del organismo no reciben suficiente oxígeno.

Prevención

Para prevenir las enfermedades de los pulmones, se recomienda adquirir hábitos de vida saludable como:

  • Dejar de fumar.
  • Practicar ejercicio moderado de forma regular.
  • Ventilar las estancias diariamente.
  • Mantener una higiene adecuada, especialmente de las manos (lavarlas frecuentemente, sobre todo después de ir al baño, al llegar a casa o antes de cocinar).
  • Llevar una dieta equilibrada rica en vitaminas, ácidos omega 3 y minerales como el zinc.

Diagnóstico

El diagnóstico de las enfermedades pulmonares se basa en distintas pruebas, dependiendo de los síntomas que presente cada paciente. Entre las más utilizadas, se encuentran:

  • Auscultación de los pulmones: para evaluar los ruidos que se generan al respirar.
  • Espirometría: para valorar la capacidad pulmonar con la medición del flujo del aire que pasa a través de los pulmones.
  • Pulsioximetría: para medir la cantidad de oxígeno en la sangre.
  • Tinción de gram: se utiliza en muestras de mucosidad para identificar agentes infecciosos, principalmente bacterias
  • Pruebas de diagnóstico por imagen: la radiografía de tórax, la tomografía axial computarizada (TAC) o la gammagrafía pulmonar permiten ver el estado del pulmón y detectar alteraciones o lesiones.
  • Biopsia pulmonar: se analiza una muestra de tejido del pulmón para detectar o descartar la presencia de células cancerosas, agentes infecciosos o neumopatías, por ejemplo.

Tratamiento

El tratamiento de la enfermedad pulmonar varía dependiendo del tipo de patología que se padezca. Además de tratar las causas y aliviar los síntomas, en los casos más graves se utilizan los cuidados paliativos para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Algunos de los abordajes más utilizados son:

  • Medicación farmacológica:
    • Antibióticos, antivirales o antifúngicos para las infecciones.
    • Broncodilatadores para mejorar el paso de aire a través de los bronquios
    • Esteroides para reducir la inflamación.
  • Oxigenoterapia: cuando la concentración de oxígeno en la sangre es baja, aporta una cantidad extra de forma artificial.
  • Ventilación mecánica: con el uso de un aparato externo acoplado a una mascarilla, se suple la función respiratoria de aquellas personas que no lo pueden hacer por sí mismas.
  • Rehabilitación pulmonar: se trata de ejercicios para optimizar la capacidad respiratoria o aumentar la resistencia física.

¿Qué médico trata la enfermedad pulmonar?

Las neumopatías se tratan en la consulta de neumología o en la unidad de cuidados paliativos.