Enfermedad de Hashimoto

¿Qué es la enfermedad de Hashimoto? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de este tipo de disfunción tiroidea.

Síntomas y causas

La enfermedad de Hashimoto (también llamada tiroiditis linfocitaria crónica de Hashimoto) es una afección autoinmune por la que el cuerpo ataca a las células tiroideas y produce una inflamación crónica. En definitiva, no se generan suficientes hormonas y las funciones metabólicas, digestivas, neuronales, cardiacas y circulatorias que regula la tiroides se ven afectadas. Puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más frecuente en mujeres de mediana edad.

En el caso particular de darse en mujeres embarazadas, es necesario encontrar un equilibrio entre las necesidades del feto y las de la madre.

En la mayoría de los casos, el pronóstico de la tiroiditis de Hashimoto es bueno y, siguiendo el tratamiento adecuado, no supone un riesgo grave para la salud.

Síntomas

La tiroiditis de Hashimoto afecta a muchos sistemas del cuerpo humano, por lo que los síntomas pueden ser muy variados. Entre los más destacados se encuentran:

  • Apatía, somnolencia e indiferencia. Dificultad para la concentración.
  • Cansancio.
  • Piel seca.
  • Aumento de peso leve.
  • Intolerancia al frío.
  • Estreñimiento.
  • Aumento del cuello o bocio.
  • Alteraciones de la menstruación.

Causas

La enfermedad de Hashimoto está producida por un trastorno del sistema inmunitario que puede deberse a factores genéticos o ambientales, entre los que destacan el estrés, las infecciones o la exposición a radiación.

Factores de riesgo

Los principales factores que aumentan el riesgo de padecer el síndrome de Hashimoto son:

  • Ser mujer.
  • Tener entre 40 y 50 años.
  • Estar embarazada o en periodo de postparto.
  • Haberse sometido a un tratamiento con radiación o con yodo radiactivo.
  • Sufrir otras enfermedades autoinmunes.
  • Tener antecedentes familiares de la enfermedad.

Complicaciones

Las complicaciones, poco frecuentes por otro lado, de un hipotiroidismo no tratado o no diagnosticado son la insuficiencia cardiaca o respiratoria, el edema generalizado, la depresión y otros trastornos mentales, los problemas reproductivos y el coma mixedematoso.

Prevención

Actualmente, no se conoce una forma de prevenir la tiroiditis de Hashimoto.

Diagnóstico

Para diagnosticar la enfermedad de Hashimoto se suele recurrir a:

  • Análisis hormonal que determine los niveles de TSH (hormona tiroidea o thyroid-stimulating hormone), de tiroxina libre (T4L) y triiodotironina libre (T3L). Por norma general, la TSH aumenta y la T4 desciende cuando se padece este tipo de tiroiditis.
  • Análisis de anticuerpos tiroideos para determinar si la enfermedad está provocada por un trastorno autoinmune, aunque no es imprescindible.
  • Ecografía de la tiroides sólo en aquellos casos en los que se palpe o se sospeche la presencia de un nódulo tiroideo.

Tratamiento

Los tratamientos de la enfermedad de Hashimoto se basan en las terapias de reemplazo hormonal, que se deben seguir durante toda la vida. Las más habituales son:

  • Reemplazo de tiroxina: se administra una hormona sintética conocida como levotiroxina. La dosis depende de la edad y del peso.
  • Reemplazo de triyodotironina (T3): normalmente, basta con la administración de levotiroxina para suplantar tanto la T4 como la T3. En los casos en los que se necesita un aporte mayor, se recure a la triyodotironina sintética.

¿Qué médico trata la enfermedad de Hashimoto?

La enfermedad de Hashimoto se diagnostica y trata en la consulta de endocrinología.