Disfunción eréctil

¿Se puede curar la disfunción eréctil? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para los problemas de erección.

La disfunción eréctil, popularmente conocida como impotencia, se produce cuando no se consigue una erección suficientemente firme como para conseguir una penetración completa que proporcione satisfacción sexual. Solamente es preocupante cuando se produce de forma continuada en el tiempo.

Las causas de la impotencia pueden ser físicas, psicológicas o la consecuencia de otra patología. Los tratamientos deben tener en cuenta el origen de la disfunción eréctil para curarla.

Dependiendo de sus características, se habla de tres tipos de disfunción eréctil:

  • Impotencia coeundi: también conocida como impotencia sexual, hay una erección débil que impide el coito.
  • Impotencia erigerandi: no se produce la erección.
  • Impotencia generandi: se trata, en realidad, de la infertilidad masculina, ya que sí se puede alcanzar la penetración.

Como consecuencia de la disfunción eréctil, los hombres pueden sufrir estrés, depresión, falta de confianza en sí mismos o problemas para relacionarse.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes de la impotencia son:

  • Dificultad para alcanzar la erección.
  • Erecciones débiles o incompletas.
  • Facilidad para perder la erección, por ejemplo, al cambiar de postura.
  • Se alcanza el orgasmo más rápido de lo habitual o cuando la erección todavía no es completa.
  • Disminuye la frecuencia de las erecciones espontáneas matutinas.

Causas

Son muchas las causas que pueden provocar una disfunción eréctil, ya que puede originarse en cualquiera de los sistemas que intervienen en la erección: endocrino, nervioso, muscular, vascular, cerebral o emocional.

Los factores físicos que influyen en la impotencia pueden ser:

  • Vasculares: hipercolesterolemia, tabaquismo, obesidad, abuso de alcohol y drogas o enfermedades cardiacas. Así mismo, también pueden ser casusa importante de disfunción eréctil cirugías por cáncer de próstata u otras cirugías pélvicas.
  • Neurológicas: Parkinson, esclerosis múltiple, accidentes cerebrovasculares, tumores, lesiones medulares…
  • Hormonales: falta de testosterona (hipogonadismo), aumento de prolactina, enfermedades que afectan al tiroides…
  • Anatómicas o estructurales: Incurvación del pene (enfermedad de La Peyronie), micropene, lesión traumática peneana…

Algunos de los aspectos psicológicos que provocan disfunción eréctil son:

  • Estrés.
  • Depresión.
  • Problemas de pareja.
  • Miedo al fracaso (ansiedad de rendimiento).

Factores de riesgo

Los principales factores que aumentan el riesgo de padecer impotencia son:

  • La edad, ya que las probabilidades aumentan con el paso de los años.
  • Tener alguna de las enfermedades físicas o psicológicas descritas anteriormente.
  • Determinados tratamientos quirúrgicos, farmacológicos o radioterápicos.

Complicaciones

La disfunción eréctil suele provocar problemas de autoestima, ansiedad, estrés, dificultades para mantener relaciones de pareja, insatisfacción sexual e infertilidad.

Prevención

A pesar de que en muchos casos es imposible prevenir la disfunción eréctil, conviene:

  • Llevar una alimentación saludable.
  • Evitar el consumo de sustancias nocivas como el tabaco, el alcohol y las drogas.
  • Controlar las enfermedades como la diabetes, el estrés o la ansiedad.
  • Practicar ejercicio regularmente.

Diagnóstico

Para diagnosticar la impotencia, los especialistas estudian los antecedentes médicos del paciente, escuchan los síntomas y llevan a cabo una exploración física. Cuando se quiere determinar la enfermedad que puede estar causando la disfunción eréctil, se recurre a otras pruebas entre las que destacan:

  • Análisis de sangre y orina para conocer el estado general de salud y detectar hipercolesterolemia, diabetes, enfermedades cardiacas o alteraciones hormonales (niveles de testosterona bajos o prolactina elevada).
  • Ecografía del pene para observar su estado, especialmente para comprobar si hay problemas en el flujo sanguíneo.
  • Examen psicológico que permita valorar la relación de la pareja, factores familiares y laborales y estatus socioeconómico entre otros.
  • Estudio neurofisiológico en algunos casos para investigar un posible origen neurógeno.

Tratamiento

El tratamiento de la disfunción eréctil debe ser personalizado y enfocarse en curar la causa que la está provocando. Los más eficaces suelen ser:

  • Terapia con medicamentos:
    • Orales: normalmente, potencian la erección natural, pero no la provocan.
    • Inyectables o intrauretrales: fomentan una erección que dure, como máximo, 60 minutos.
    • Terapia psicológica: trata las causas mentales que producen la impotencia, como el estrés o la ansiedad.
    • Bomba de vacío o peniana: se consigue una erección utilizando un dispositivo que elimina el aire alrededor del pene y facilita que llegue la sangre para generar la erección, que se mantiene gracias a un anillo que se coloca en la base.
    • Cirugía: es el menos habitual. Se colocan unos implantes a ambos lados del pene (prótesis peneana) que ayudan a mantener una erección cuando se hinchan.

¿Qué médico trata la disfunción eréctil?

Los urólogos son los especialistas que diagnostican y tratan la disfunción eréctil. Además, pueden intervenir psicólogos, especialistas en la unidad de tabaquismo, cardiólogos, neurólogos o endocrinos para abordar las enfermedades subyacentes.