El láser de CO2 fraccionadopermite tratar diversas patologías que afectan a la salud íntima femenina y se emplea aplicando un haz de luz láser sobre la mucosa vaginal. Es una opción terapéutica mínimamente invasiva que genera un efecto térmico prolongado facilitando la regeneración de los tejidos gracias a la producción de colágeno y de fibras elásticas que mejoran el grosor y la calidad del tejido vaginal sin causar daño en los tejidos circundantes.

Es un tratamiento efectivo que se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso hospitalario y se lleva a cabo en consulta. Cada sesión dura alrededor de 20 minutos; es un procedimiento indoloro que permite hacer vida normal al terminar. Para que desaparezcan o mejoren significativamente los síntomas, son necesarias un mínimo de 3 sesiones espaciadas en intervalos de 6 y 8 semanas. Las aplicaciones principales son:

  • Atrofia y sequedad vaginal

La atrofia vaginal es un adelgazamiento de las capas que forman el epitelio de la vagina, lo que altera su ecosistema y funcionamiento. Esto ocurre debido a un déficit hormonal, como el que se presenta durante la menopausia o por otras razones hormonales en mujeres más jóvenes. Como resultado, la vagina se vuelve más delgada, menos elástica y lubricada. Esto puede causar síntomas como sequedad vaginal, picor, escozor y dolor durante las relaciones sexuales. Además, puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias y vulvovaginales, así como contribuir a problemas como prolapsos o incontinencia urinaria.

  • Incontinencia urinaria
El láser de CO2 es un procedimiento no invasivo, indoloro con el que se consigue generar colágeno en el tejido conectivo que da soporte y cierra a la uretra. Está indicado en incontinencias urinarias de esfuerzo leves y moderadas. Tanto si se da forma aislada como si acompaña a situaciones como la sequedad, hiperlaxitud o prolapso vaginal.

  • Hiperlaxitud o relajación vaginal

La hiperlaxitud vaginal implica una sensación de agrandamiento vaginal y pérdida de fricción durante el coito, acompañada a menudo de ruidos no deseados. Aunque puede ocurrir en cualquier momento de la vida de la mujer, es más común después del parto. Por ello, el tratamiento de tensado vaginal, conocido como láser postparto, se considera parte integral de la recuperación posparto. Este tratamiento, que utiliza láser intravaginal para estimular la producción de colágeno en los fibroblastos del tejido conectivo, corrige la hiperlaxitud sin necesidad de cirugía.

  • Liquen escleroso vulvar

El liquen escleroso es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica cuya causa exacta es desconocida. Se caracteriza por piel aclarada, endurecida y reseca, con intenso picor. Con la progresión, la piel se atrofia y retrae, afectando la anatomía normal de la vulva, incluso desapareciendo los labios menores y ocultando el clítoris y la uretra. Esto estrecha y endurece la entrada vaginal, dificultando la penetración. Aunque es más común en los 50 años, puede manifestarse a cualquier edad. El tratamiento con láser de CO2 ofrece una alternativa terapéutica eficaz, reduciendo síntomas y mejorando la apariencia clínica.